jueves, 27 de febrero de 2014

4 veces

Suiza es un país de gente y clima gélido, de emociones ciertamente enquistadas, donde los autóctonos no muestran ningún tipo expresión en su rostro, pero tiene algunas cosas muy buenas: la primera sin duda es el chocolate otra es seguro, tranquilo y eficiente, puedes cambiar de compañía telefónica con dos llamadas ¿ no es para llorar de alegría? ¿ cuántas veces te has desgañitado y enervado con la dulce y melódica voz del empleado de la compañía , sólo para reclamar un servicio cobrado que nunca has solicitado, o para quejarte de lo que no funciona?, ¿ cuántas? yo muchas, muchas más de las que quiero recordar. Otra cosa fantástica es que la burocracia es competente y rápida, pides por teléfono, en inglés, la copia de un papel que necesitas, porque lo has extraviado y a las 48 horas está en tu buzón, eso es realmente increíble, cuando comparas..... Un lugar dónde se te cae el dinero del bolsillo y te avisan, donde aparecen 20 francos en el suelo y la gente pregunta de quien es y si nadie contesta lo deja allí mismo. Yo misma, que soy muy despistada, por decirlo de una manera suave he perdido 4 veces el bolso y las cuatro veces lo he encontrado intacto ¿ no es sorprendente? ¿ no es alucinante? ( no me refiero a que yo pierda el bolso.....) Este tipo de cosas te hace pensar que antes vivías rodeada de forajidos.... lo que no me gusta nada es que es un país donde es muy fácil sentirse como pez fuera del agua, por que al igual que están muy preocupados por no incomodar desde luego esperan lo mismo en todo momento y se muestran terriblemente contrariados cuando ocurre algo que les importuna, pueden ser muy distantes, algunas veces prepotentes y otras hasta xenófobos; Cuando te ríes o hablas más alto de lo recomendable, aquí sólo es tolerable el susurro, rápidamente ves como las miradas se clavan en ti con indignación , otras personas van más allá.... te hacen algún gesto de desprecio o te miran con superioridad queriéndote hacer sentir muy pequeñita e insignificante. Los niños ríen y lloran sin sonido, donde una madre realmente suiza sólo tiene que mirar a su hijo para que obedezca inmediatamente, eso no es malo, es envidiable, pero te da una idea de que concepto de respeto y responsabilidad van adquiriendo desde muy pequeños, no se salen de la fila, los niños de párvulos salen de excursión sin agitarse tranquilos y obedientes. los adultos no hablan por teléfono en los transportes públicos, tampoco entre ellos, ( sólo algunos adolescentes probablemente de segunda generación) Puede ser tan extremamente civilizado como hostil un ejemplo: dejar el carro del niño o de la compra en segunda fila en el supermercado te puede ocasionar desde una mirada recriminadora hasta un rapapolvo de algún viejo cabreado y estreñido, y pide a Dios que no tropiece y te demande. Francamente el clima y la situación geográfica, que los ha aislado durante demasiado tiempo no ayuda , sin duda ha propiciado la peligrosa endogamia, quizás éstos también tienen todos Rh negativo.... Gracias a Dios no son todos así, hay gente muy amable y tolerante abierta que le gusta conocer otras culturas, han viajado mucho, han tratado con mucha gente y disfruta de las ventajas de una mente abierta. yo he conocido un par... Confieso que a mi la sobredosis de civismo intransigente y esa falta de bullicio tan nuestra me golpea duramente cada día y me dice que no es mi país ni mi cultura, y me siento una inmigrante como Juanito Valderrama

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